lunes, 28 de diciembre de 2009

Ciencia ficción: visionaria del futuro, crítica del presente.

¿Que cuál es la labor o la misión de la literatura? Depende del género literario del que se esté hablando, pero en el caso de la ciencia ficción, es innegable que, echando un vistazo al presente y a las progresiones del pasado, se puede anunciar un futuro cuyos horrores o ventajas no son más que críticas a la actualidad, previsiones para un mañana y llamadas de atención fincadas en hechos del pasado. No es un género que solamente se lea para imaginar o divertirse.
Por ejemplo, mucho se ha hablado, con gran admiración, de la obra de Julio Verne, desde varias perspectivas. Se menciona, primero que nada, la gran imaginación del autor que lo llevó a vislumbrar un horizonte inexistente aún, pero posible. Esto, aunado a una serie de tramas emocionantes y a personajes complejos. Y claro, se habla de sus predicciones en el campo de la ciencia y la tecnología. Es impresionante que alguien, a muchos años de distanci de que el hecho en verdad ocurriera, pudiera ser capaz de aventurar una novela de ficción donde se relatan cosas, hechos y datos que años después fueron realidad.
Sin embargo, hay que recordar que no fue Verne, claro, el primero en pensar en una máquina submarina que pudiera navegar a gran velocidad en las profundidades del mar. En realidad, desde tiempos muy antiguos ya existía la idea del submarino. Por ejemplo, Da Vinci ya tenía en la cabeza una idea, la cual transformó en boceto, acerca de un aparato que pudiera navegar bajoo el agua. Igual que con muchos de sus inventos, esta novedad no pasó de ser un boceto y así se quedó hasta que otros genios continuaron con la ocurrencia, genios como Drebbel o Borelli, que prácticamente intentaron poner la idea en práctica. Pero sigue siendo sorprendente que Verne haya sido, si no profeta, al menos vocero de todos aquellos que soñaban con volar, viajar al espacio exterior, navegar bajo el agua y más.
Así, la literatura siempre es vocera de los sueños de las personas. Y también de sus pesadillas. Mary Shelley, en Frankenstein, describe el horror de ponerse a jugar a Dios, dando vida de una manera distinta a la que la naturaleza provee. Con este hecho lo único que pueden sobrevenir son tragedias. Pero el texto en realidad rememora las antiguas aspiraciones de los alquimistas que buscaban la piedra filosofal que daba vida o proporcionaba la posibilidad de la longevidad ilimitada. Se remite a aquellos que decían haber creado al homúnculo. Y se habla, finalmente, de una promesa más: de la posibilidad de trasplantar órganos de una persona que ya murió. Ignoro realmente si en la época de Shellley ya había estudios médicos y científicos que precognizaran que esto podría ser posible, pero como sea, la obra es casi profética en ese sentido.
Lo mismo puede afirmarse de la obra de otros autores. Para terror mío, pienso eso de obras como la de Huxley. Un Mundo Feliz podría estar a la vuelta de la esquina en las clases sociales y la distinción, si no de colores en la ropa, sí de marcas de ella. También está en los efectos especiales de las películas, que cada vez son más complejos; en los videojuegos que son cada vez más reales y alienantes; en la producción masiva de absolutamente todo, incluso de contenidos educativos; en la insensibilidad social; en la ignorancia de la gente por la cultura y más que nada, en la clonación.
Siguiendo por este camino, las obras de Asimov ¿contienen alguna significación más allá de solamente la creatividad y genialidad de la obra en sí? ¿Profetizan algo? ¿Simbolizan algo?
Si así fuera, sería entonces necesario, más que nunca, que las personas revaloraran las humanidades, pues solamente con la protección de las ideas, la filosofía y el pensamiento el hombre puede seguir siendo tal, y no el esclavo o la mascota de las máquinas.

1 comentario:

  1. muchas cosas que decir sobre este post:

    - brinda una nueva perspectiva hacia la ciencia ficción respecto a las obras clásicas cómo las mencionadas en este post. ya que en algunos otros casos, las obras de ciencia ficción no resultan ser más que el reciclaje de la brutalidad de la edad media, en medio de un montón de fierros que lo pueden todo.

    - sobre este mismo punto, me pareció muy ilustrador la forma en que interpretas la evocación del pasado y la profecía del futuro en novelas como frankenstein y un mundo feliz. personalmente hablando, disfrute mucho la angustiosa narrativa de shelley y me dejo mucho aprendizaje la obra de huxley.

    - por último, estoy totalmente de acuerdo en recalcar la importancia de la revalorización de las humanidades. hoy y siempre, la gente considera que la ingeniería y la ciencia son las únicas armas reelevantes pues presentan resultados físicos e inmediatamente eficientes, o diciendolo de una forma más real y honesta: "dejan buen dinero", "pagan bien",y "siempre hay campo de trabajo". al contrario del estudio de las humanidades que resultan ambiguas y abstractas a la mente desinteresada y desinformada.

    con esto no pretendo desprestigiar los avances de la ingeniería y mucho menos los de la ciencia que a más de uno nos ha brindado una segunda oportunidad. pero como ya debería ser ampliamente conocido, más allá de "moralidad" estos gigantes de progreso necesitan un ]"mucho" de humanidad.

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