miércoles, 26 de diciembre de 2012

Farenheit 451

Uno más de los clásicos de literatura distópica, que ilustra un futuro probable, pero con claras referencias a la actualidad. Es el caso de la falta de interés en la lectura, que se manifiesta, en la novela, como una total indiferencia sobre la realidad. El protagonista forma parte del cuerpo de bomberos, que ahora se dedica a incendiar libros, en vez de apagar incendios. El gobierno ha prohibido tener libros y leerlos, pues hacen pensar y esto evita que la gente esté bien controlada. Así, la gente suele denunciar a las personas que poseen libros. Entonces llegan los bomberos y queman todo, libros, casa, e incluso personas, en el caso de un mujer  que prefiere inmolarse junto a sus libros que perderlos.
Entonces Montag, el protagonista, va cayendo en la cuenta de que su vid está vacía y sin sentido. Milly, su esposa, vive siempre tan deprimida, pero se niega a aceptarlo. Ella es capaz de intoxicarse en una noche y negarlo al siguiente día. Lo curioso es que ella es solamente una más entre cientos, quizá miles de personas que, día  a día, ingieren grandes cantidades de tranquilizantes y píldoras para dormir, pues existe todo un equipo especial par lavar el estómago de estas personas y volverlas a la "vida".
Montag, además, termina de darse cuenta de su infelicidad cuando conoce a un de sus vecinas, que tiene ideas raras, como la de observar la belleza de la naturaleza, o hacer preguntas que están más allá del terreno de lo común y corriente. Pero como seguramente su familia también posee libros, ella termina por desaparecer a la mitad de la novela. Montag se enamora de ella, y siente tanto su ausencia, que al no verla más, comienza a robar libros de las escenas de incendios. Intenta leerle un libro de poesía a su esposa y a las vacías amigas de ésta. Una de ellas llora al escuchar, sin saber porqué. Finalmente, Milly denuncia a Montag, quien es perseguido como el peor de los criminales.
En su huida, Montag conoce a varios exiliados de la sociedad, iguales a él, que han escapado porque no se resignaban a perder la cultura. Entonces, cada uno de estos marginados ha memorizado un libro, en la espera por una sociedad en donde pueda volver a valorarse todo esto que es tan importante. Al final, mientras está con todos estos personajes, una bomba cae sobre la ciudad, pues el mundo se encuentra en perpetuo estado de guerra. Todos mueren, excepto claro, los exiliados y Montag. Con esto, se abre la posibilidad de fundar una nueva sociedad, con nuevas esperanzas.
Destacan varios elementos de crítica muy importantes, como la televisión que cubre todos los muros de una sala y tiene un dispositivo para insertar, tanto en comerciales como en programas, los nombres de las personas que miran la televisión, y así, la gente como Milly siente que la tele le habla directamente a ella. Así,  Milly percibe a los personajes de la televisión como a su familia.
Otro elemento, bastante aterrador, es "el sabueso", un robot hecho para ayudar a los bomberos a rastrear libros y personas. Tiene un olfato mecánico casi infalible y lo peor, es la inyección mortal que sale de su nariz y se clava sobre los perseguidos, es anestesia en una altísima dosis, capaz de matar en pocos minutos.
Esta novela es uno de los básicos cuando de falsas utopías se trata, y también de críticas sociales severas.

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